21 diciembre, 2008

19 noviembre, 2008

RABDOMANTES

Rabdomantes

La rabdomancia es ese fabuloso arte milenario que consiste en ubicar depósitos subterráneos de agua mediante las vibraciones de un instrumento. O sea, que esos que se paran en el medio del monte con una pequeña rama en la mano, sienten cómo vibra y luego dicen: ¡amigos, a 80 metros debajo de mí hay un precioso lago azul!, esos, son los rabdomantes.
A 13 kilómetros de Santiago de Chile, en San Bernardo, un pueblo conocido precisamente como la “capital del folklore”, nació Luis Humberto Roa, Lucho, músico de guitarra zurcida al cuerpo, canto peleón y una especial capacidad para encontrar melodías en las vísceras del poema. Creció bajo la tremenda dictadura de Pinochet, tarareando bajito, como se podía. Durante todos esos años de horror, guardó en la mochila tantos sueños que, cuando la balanza del nuevo gobierno dijo que estaba excedida de peso, a Lucho le agarró tal desazón, que miró en las alturas el listón de Chicho y se mandó a mudar.
En Valencia arrancó como albañil, arte que abandonó, con los hombros morados, el mismo día que se reconcilió con la guitarra. Desde entonces, han pasado más de once años y esta hormiguita andina ha ido caminando despacio y sin torcerse: ha dicho aquí estoy en un sin fin de actos populares, ha ido cantando sus sueños latinoamericanos; ha recordado en cada esquina al enorme Víctor Jara, ha ido descubriendo deliciosas melodías en las obras de Neruda y Benedetti, para llegar a convertirse a esta altura en uno de los mayores rabdomantes de la ciudad. Porque Lucho es, sobre todo, eso, un rabdomante, que pone la varita en el lomo del libro, la siente vibrar y dice: ¡aquí, amigos!, ¡aquí hay música! Y si no, que lo diga él: “mi trabajo se ha desarrollado siempre musicalizando poemas y descubriendo todo lo que es la música que no está escuchada”.
A veces siente frío y preferiría no cantar para un público privado. Canta así, escuchen: “hoy recuerdo a mis amigos, Valparaíso, puerto amor”.
Después de brindar con los amigos, los buenos rabdomantes jamás se olvidan de que el último traguito de vino debe ser devuelto a la tierra.
( S.A. R.C.)Servicio de asistencia y recursos culturales
Músicas i arts escéniques

Sinopsi:
Es el último trabajo que nos presenta el artista chileno:
"Rabdomantes". Guitarra, canciones, poetas latinoamericanos,
ventanas abiertas hacia lo más profundo de la América morena.
Desde la plegaria en la garganta herida del campesino hasta el
aullido indígena detenido sobre las huellas del viento sur.


Nom del grup: LUCHO ROA
Espectacle: RABDOMANTES
Presentat per: KULTRÚN, ASOC. CULTURAL
Perfil: Associació Cultural
Director:
CARACTERÍSTIQUES TÈCNIQUES
Espai: Tancat
Escenari:
Amplària (en m): 0 Fondària (en m): 0 Alçària (en m): 0
So (en W): 2000 Llum (en W): 1000 Duració (en min.): 60
Idioma: CASTELLÀ
Tipus de públic: Adults
Artistes: 1 Tècnics:
Preu sense equip: 1.300 €
Preu amb equip
en espai tancat: 1.600 €

10 noviembre, 2008

"UN CANTO TRUNCADO"
1. Te recuerdo Amanda2. Paloma quiero contarte3. El arado4. El nombre de Victor5. El hombre es un creador6. Manifiesto7. La plegaria a un labrador8. El aparecido9. Cuando voy al trabajo10. Casi, casi11. Que alegres son las obreras12. Vientos del pueblo13. El derecho de vivir en paz14. Canto de las estrellas


"Un Canto Truncado"Homenaje a Victor JaraHace unos años, no recuerdo cuántos, nos llegó Lucho Roa. Como poeta, vino ligero de equipaje o mejor dicho con el equipaje justo. Traía entre sus manos un puñado de sueños, su guitarra, la memoria y todo el duende andino. Dispuesto a abrir nuevas alamedas, este guitarrero soñador nos canta desde el balcón del alma con su voz inconfundible que no se parece a nadie, nos adentra en un territorio sin dueño, sin fronteras.
Sus "Cantos poéticos de un sueño latinoamericano" son una atlas inmenso donde convive la esperanza, el amor y la lucha, donde la canción se hace un sentimiento libre. Ahora nos regala con un" Canto Truncado" junto con Enrique Chillida y Cristina Plazas un homenaje vivo a Víctor Jara, un trabajo el suyo, cargado de coraje y ternura, un pedazo de luz para que el poeta de la revolución siga siendo el cantor del presente y del futuro, para que mis hijos conozcan lo que yo no olvido. ¡ Lucho llegó el momento de caminar por el planeta de la ternura, por las alamedas del corazón.! Y el tuyo sé que está abierto par quien lo quiera conocer. José Montoro (La poesía es un arma... Radio Klara)

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